viernes, 17 de febrero de 2012

Primera luz con el acromático 80 f/11,25 y comparativa con un semiapo 80 f/6

Después del pequeño bricolage que le hice a este sencillo acromático de Celestron, he hecho las primeras pruebas en visual. También he hecho test de comparativa con el otro refractor de 80 f6, un Long Perg.
Para empezar, este sencillo acro es un tubo ligero, pesa menos de 3 kg con las anillas y el prisma de 90º de 1,25" incluido, pero nada más tocar con cuidado el enfocador ya emite vibraciones importantes y es porque es un tubo más largo. Aquí sí que le doy mucha importancia el uso de un motor de enfoque sobre todo para planetaria.
Otro pequeño inconveniente que tiene, es el enfocador solo admite oculares y accesorios de 1,25", pero esto es lo de menos, para lo que es el tubo ya es suficiente.
(El tubo corto de color negro es un semiapo llamado comercialmente de 80mm f/6, se ve más robusto y pesa más que el clásico 80 f/11,25)
 
 El semiapo lo llaman así pero en realidad es un acromático,  un F/6 de la marca Long Perg en negro anonizado con 480mm de focal y es principalmente para cielo profundo y observaciones terrestres. Mecánicamente es muy bueno con su enfocador tipo crayford de 2" y de doble velocidad. El parasol es metálico y  retráctil con lo que plegado ocupa poco espacio y es un buen compañero de viaje.
 (El color del tratamiento multicapa son diferentes, uno es verdoso y el otro azul violeta)

Vamos a la observación de la Luna practicamente llena, con este refractor largo el cromatismo se sigue notando pero en menor medida que el otro refractor de 80 f6 probándolo en los dos con un orto de 10,5mm. En el refractor corto el borde de la Luna se veía violeta y verde mientras que en el otro solo era violeta y menos pronunciado. Luego se notaba por la diferencia de focal un aumento considerado del tamaño de la Luna, la calidad de imagen era bastante aceptable con buena nitidez, muy parecida en los dos tubos.
Luego le puse un hyperion de 5mm y en el refractor corto el contorno azul-violeta se acrecentaba más mientras que en el otro se mantenía igual que con el ocular de 10,5mm.

En Júpiter el cromatismo ya no se nota tanto como en la Luna, con el orto a 85 aumentos se veía más bien pequeño pero muy definido y contrastado. Luego probé con el hyperion de 5mm a 180 aumentos y para mí sería el límite con este acromático largo, el tamaño se bé más grande y se distingue las dos bandas principales de Júpiter pero empieza a perder detalle y le cuesta coger foco.
Con 80mm de abertura no se le puede pedir más. Tampoco funcionó el filtro de contraste SemiApo en Júpiter por la relación focal larga (es más oscuro) y pequeña abertura.
En cambio con el refractor corto f6 pude tirar un poco más con Júpiter, le puse un ocular Hr planetary de 2,5mm que me daba solo 12 aumentos más que el otro tubo y aguantaba más el tipo, no sé si será porque tiene una relación focal más luminosa o porque el tratamiento de las lentes será mejor (en el objetivo pone fully multicoated)

En cielo profundo lo probé con las pléyades y con este tubo largo me gustó porque al tener una relación focal larga oscurece más el fondo del cielo, lo veo muy adecuado para zonas urbanas donde hay contaminación lumínica. Las estrellas se mostraron puntuales en todo el campo, con el refractor corto ya se notaba el coma hacia los bordes y el fondo del cielo más claro, aunque la ventaja que tiene una focal corta es que puede abarcar zonas extensas del cielo con baja potencia (aumentos) y las estrellas se ven más brillantes y un poco más limpias.

En conclusión, tanto un tubo como el otro tienen sus pros y contras.
- Para observaciones rápidas y fácil montaje, los dos van bien.
- Para transporte mejor el pequeño aunque éste pesa más que el otro.
- En cuanto a vibraciones, el tubo largo emite más.
- Para cielo profundo desde la ciudad, mejor el refractor largo.
- Y para planetaria en teoría también aunque con esta primera prueba que hecho con Júpiter, el refractor corto le gana por poco.

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